¿Cómo mantener tu piel humectada por más tiempo?
Seguramente alguna vez por televisión, sitios especializados de internet y la mayoría de los anuncios físicos presentes en tiendas departamentales y farmacias, te han prometido tener la pócima que necesitas para mantener una piel fresca, joven e hidratada. Pero, ¿qué significa eso? ¿Sabes por qué tu piel necesita hidratación?
Como la palabra lo indica, la hidratación hace referencia al agua. Tu piel necesita agua para tener fuerza y elasticidad, y en consecuencia, verse y sentirse saludable. Afortunadamente, tu cuerpo te ofrece una barrera incorporada para retener el agua.
La capa más externa de la piel, llamada estrato córneo, está formada por células muertas de la piel llamadas corneocitos, apiladas como ladrillos. Las grasas llamadas lípidos actúan como mortero. Esta pared celular ayuda a mantener la humedad encerrada dentro de las células.
Pero, a veces, el sistema de bloqueo de humedad no funciona tan bien como debería. La barrera lipídica de algunas personas es más propensa a secarse; cuando se seca, el primer signo es una piel escamosa.
Cuando el contenido de agua dentro de las células disminuye, las células se arrugan, resultando en una piel opaca de la cual sobresalen hasta las más finas arrugas. La sequedad no sólo es un problema de apariencia. Quienes la padecen pueden sufrir picazón y grietas que hacen incómodas hasta sus más sencillas actividades.
La pérdida de los lípidos que normalmente sellan la humedad puede provocar sequedad en la piel, dando lugar a la dermatitis atópica, también llamada eczema, que es una afección común en la que la barrera cutánea es más propensa a perder su integridad.
Algunas cosas que haces, e incluso otras que no haces, agotan el contenido de agua de tu piel, entre ellas:
- Pasar demasiado tiempo en el frío o el calor.
- Usar jabones fuertes, detergentes y productos químicos.
- Usar esponjas ásperas, toallitas o productos exfoliantes
- Tomar duchas o baños largos y calientes
- No beber suficiente agua
Estos problemas son bastante fáciles de solucionar. Por ejemplo, podrías beber unos cuantos vasos de agua extra cada día, tomar duchas breves y con agua tibia o minimizar el uso de jabones y tratamientos que eliminan los aceites naturales de la piel.
A veces, algunas condiciones médicas también tienen como signo una piel seca, por ejemplo, la enfermedad de la tiroides, la diabetes, la menopausia, el Síndrome de Sjogren y la malnutrición. Cuando se padece alguna de estas condiciones, es el médico quien debe indicar el tratamiento adecuado.
En general, puedes mejorar la apariencia de tu piel atrayendo la humedad hacia el interior y manteniéndola ahí. ¿Suena complicado? Te decimos cuáles son algunas maneras fáciles de hacerlo:
- Limita tus duchas a una duración de entre 5 y 10 minutos con agua tibia
- Usa jabones suaves, detergentes para ropa y cosméticos
- Enciende un humidificador durante el invierno
- Bebe agua extra a lo largo del día
- Si tu piel aún se ve seca y escamosa, aplica un humectante o una mascarilla hidratante
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