Guía para mantener tu piel humectada
Cuando la piel no retiene suficiente humedad, se presenta la piel seca. Esto puede suceder como resultado de bañarse con mayor frecuencia de la adecuada, por el uso de jabones con fragancia y componentes fuertes, por el envejecimiento natural, por el frío del invierno e incluso derivado de algunas condiciones médicas.
Afortunadamente la piel áspera, descamada y seca en general tiene solución. Existen varias opciones para tratar este problema, creando una barrera entre la piel y el aire frío, la espuma del jabón y el resto de los factores que pueden resecar la piel.
Aplicar humectantes que rehidratan la capa superior de células de la piel y sellan el agua, es una de las formas más comunes y sencillas de tratar la piel seca. Su efecto es rápido, gracias a la acción de tres tipos principales de ingredientes:
- Humectantes: Estas sustancias ayudan a atraer la humedad. Incluyen ceramidas, glicerina, sorbitol, ácido hialurónico y lecitina.
- Oclusivos: Incluyen a la vaselina, silicona, lanolina y varios aceites que ayudan a sellar la humedad dentro de la piel.
- Emolientes: Estos productos contienen aceite, agua y un emulsionante para evitar que se separen. Son más ligeros y fáciles de aplicar que la vaselina o los aceites. Muchos humectantes comerciales contienen tanto un emoliente como un humectante, como los ácidos linoleico, linolénico y láurico.
Cuanto más espeso y grasoso es un producto, su eficacia para humectar la piel es mayor. Algunos de los más efectivos y menos costosos son la vaselina y sus alternativas a base de vegetales, y los aceites humectantes, incluidos los aceites vegetales. Debido a que no contienen agua, es mejor usarlos mientras la piel aún está húmeda por el baño, para retener y sellar la humedad.
Las lociones diseñadas para hidratar la piel contienen agua y aceite, en proporciones variables. Por lo general, incluyen tanto humectantes como emolientes y se pueden aplicar sobre la piel durante todo el día.
¿Qué más puedes hacer para humectar tu piel?
Aplicarte productos humectantes es lo primero, pero no lo único que puedes hacer para tratar la piel seca, también puedes:
- Toma duchas o baños cortos: Limita tu tiempo dentro de la regadera a 5-10 minutos cada día. Si te bañas más que eso, podrías quitar gran parte de la capa aceitosa de la piel y hacer que pierda humedad. Usa agua tibia en lugar de agua caliente durante el baño, pues las altas temperaturas pueden eliminar los aceites naturales.
- Minimiza el uso de jabones: Considera usar limpiadores sin jabón. Aléjate de los jabones desodorantes, los jabones perfumados y los productos que contienen alcohol, pues estas sustancias pueden eliminar los aceites naturales. Incluso en tu rutina de lavandería, usa detergentes sin fragancia y evita también los suavizantes de telas.
- Sé amable con tu piel: Mantente lejos de las esponjas de baño, cepillos para fregar y paños ásperos. Incluso al usar tu toalla, evita frotar la piel de manera drástica.
- No te rasques: La mayoría de las veces, una crema hidratante puede controlar la picazón para evitar que te causes una mayor irritación rascándote, cuando sientes comezón. También puedes usar una compresa fría para aliviar los puntos que pican.
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